Muchas veces al
observar detenidamente nuestro cabello pensamos que deberíamos someterlo a
algún tipo de tratamiento pero… ¿Qué es lo que realmente necesitamos?
Habitualmente tendemos a pensar que los
tratamientos capilares son usados únicamente para tratar la temida calvicie
(sobre todo en el caso de los hombres) o las cabelleras que se encuentran en
muy mal estado, ya sea en el cuero cabelludo o en algún punto específico del
cabello. Sin embargo, esto no es realmente así. Los tratamientos capilares se
utilizan para muchos otros casos.
Si crees que realmente necesitas un
tratamiento capilar primero tendrás que identificar tu tipo de cabello y el
problema que padeces, además de determinar si eres alérgico a algún tipo de
componente, ya sea natural o de otro origen. Una vez aclarados todos estos
puntos podrás elegir un buen producto con el que obtendrás excelentes
resultados.
También es muy importante que te fijes en la
mejor forma de aplicar el producto o tratamiento capilar seleccionado.
Algunos tratamientos capilares se
caracterizan por su tiempo de acción y esto no quiere decir que si dejas actuar
el producto 24 horas vas a obtener mejores resultados.
La corteza de nuestro cabello recibe la
cantidad de producto necesario en cada aplicación y los resultados se obtendrán
en función de la constancia y aplicación del producto en sí mismo. Además, hay
que tener en cuenta que algunas cabelleras necesitan más aplicaciones que
otras.
Pero esto no esto no es todo. Hay algunos
tratamientos capilares que también necesitan vapor o calor para activarse en el
cabello y otros son tan fuertes que con tan sólo una aplicación al mes es
suficiente.
Además, existen tratamientos que para
activarse necesitan entre tres y cuarenta y cinco minutos y algunos de ellos
incluso una hora. He aquí algunas recomendaciones para aplicarlos
correctamente:
•El cabello debe estar limpio, desenredado y
completamente seco.
• Si el cabello es graso no se debe aplicar
el producto en la raíz o en el cuero cabelludo. Tampoco debe aplicarse
nada que se active con el calor.
• Es recomendable retirar el producto con el
agua a temperatura ambiente.
Si te aplicas el tratamiento mientras te
duchas y no tienes un peine al alcance de tu mano puedes desenredar el cabello
con tus propios dedos. Finalmente, retira el producto al terminar de ducharte,
ya que así ganarás minutos de acción en el cabello.
Fuente: Por Gloria Pelo, Discovery Mujer