
Lo peor de todo es que estos enemigos afectan a la piel desde los quince
años, razón por la cual debes hidratar tu rostro tanto por dentro como por
fuera.
El agua resulta fundamental para la piel y es imprescindible para mantener
el equilibrio y la función barrera protectora. Además, el nivel de hidratación
no es constante y se ve afectado por muchos factores. Entre ellos, el sol, el
viento, el aire, la fatiga y los medicamentos.
Cuando la piel está deshidratada, la epidermis y sobre todo su capa córnea
sufren la falta de agua. Suele ser algo temporal que afecta a todos los tipos
de piel volviéndola tirante, rugosa y en algunas ocasiones descamada.
Hidratación interna
• Primero debes desintoxicar la piel para que reciba todos los
beneficios de la hidratación.
Comienza bebiendo media taza de
agua con el jugo de un limón. Esta bebida expulsará de tu cuerpo
las impurezas que se hayan acumulado durante la noche.
• Toma aceite de hígado de bacalao (omega 3) una vez al día, ya que es
una fuente de vitaminas A y D y de ácidos grasos esenciales para conseguir
un cutis terso.
• Bebe al menos ocho vasos de agua durante el día. Los jugos naturales
y la leche también resultan de gran ayuda.
• Duerme al menos ocho horas al día para que tu cutis luzca fresco,
saludable y radiante.
• El aceite de jojoba, rico en ceramidas naturales y elastina,
está especialmente indicado para las pieles secas y delicadas. Si es
utilizado regularmente regenera y revitaliza la piel dejándola suave,
tersa y firme.
• La piel se hidrata mejor cuando está libre de impurezas. Para ello se
recomienda exfoliarla al menos una vez a la semana.
• Aplicar una crema hidratante adecuada
a nuestro tipo de piel por la mañana y por la noche también resulta esencial.
• En cuanto a los baños termales y a las saunas también nos ayudarán a
mejorar el nivel de hidratación de nuestra piel.
• La alimentación debe ser rica en sales minerales y vitaminas, por lo que
se aconseja consumir habitualmente frutas y verduras frescas.
• Por último, hay que tener en cuenta que el consumo de alcohol y tabaco, la
vida sedentaria y el no dormir lo suficiente contribuyen al deterioro de
nuestro organismo y por consiguiente de nuestra piel.
Hidratación externa
• Dale a tu piel la humedad que necesita usando alguna crema hidratante
compuesta de vitaminas y minerales esenciales.
• Combinada con una buena nutrición, la cosmética moderna a base de
productos específicos para cada tipo de piel también contribuye a su
cuidado. Los preparados con vitaminas A, B, C, E y K
resultan excelentes para mantener la piel radiante y saludable. Además,
ayudan a prevenir la aparición de los primeros signos del envejecimiento.
• La vitamina A controla el acné y disminuye la aparición de las
arrugas y las líneas de expresión.
• La vitamina B, por su parte, le aporta un brillo saludable a la piel
mientras hidrata las células, ya que al retener la humectación el cutis
ofrece un aspecto más joven y saludable.
• Por otro lado, los nutrientes compuestos por vitaminas C y
E ayudan a disminuir el daño de la piel causado por la polución, el humo
del tabaco y los rayos de sol.
• Aplicar en el rostro cremas que combinen estas vitaminas despierta la
producción del colágeno que se pierde con el paso de los años, combatiendo
la resequedad de la piel y compensando el efecto de los radicales libres.
• La vitamina K tradicionalmente reconocida por contribuir a la
coagulación de la sangre también resulta esencial para reducir los
círculos o surcos que aparecen debajo de los ojos. Por si esto no fuera
suficiente, ayuda a desvanecer los moretones en la piel y su efecto es aún
mayor combinada con retinol.
• Finalmente, el ácido hialurónico es otro componente esencial para los
tejidos porque proporciona volumen e hidratación a la piel, reduciendo la
profundidad de las líneas de expresión para evitar que se conviertan en
arrugas.
Fuente: Gloria Pelo, Discovery Mujer