
A la hora de comprar maquillaje siempre nos
sentimos confusas y es por ello que primero debemos distinguir nuestras
necesidades y gustos.
De nada sirve gastar el dinero en comprar lo
último de la moda si no entra dentro de tus patrones. Aquí te ofrecemos varios
consejos que marcarán la diferencia en tu kit de maquillaje y por supuesto en
tu bolsillo.
1. Revisa tu presupuesto antes de acudir a una
tienda para comprar maquillaje.
2. Haz una lista de las cosas que has adquirido
anteriormente. De esa manera no comprarás productos repetidos y utilizarás los
que ya tienes antes de que expire su fecha de caducidad.
3. Prueba el maquillaje a la hora de comprarlo.
De esa manera estarás más segura de lo que estás adquiriendo. Hazlo además
durante el día. La luz de las tiendas no te permite identificar bien el color.
Algunas compañías ofrecen asesoría gratuita para encontrar los tonos que más se
adapten a ti. Aprovecha esas oportunidades.
4. No necesitas tener un kit de maquillaje
profesional, sólo lo básico para la cartera. En definitiva, productos que te
sirvan para retocar el trabajo de maquillaje que has hecho en casa. Recuerda
que las altas temperaturas aceleran la descomposición del maquillaje llevando
problemas a nuestra piel.
5. Busca maquillajes hipoalergénicos aunque no
sufras problemas de piel.
6. Elegir el maquillaje no es sólo una cuestión
de estilo. ¿Cómo podemos determinar que lo que estamos comprando es saludable?
Lo primero que debemos hacer es leer las características del producto y
chequear que no contengan ningún químico peligroso. “Hay que revisar que no
contengan plomo, presente en algunos labiales y sombras de larga de duración;
ni mercurio, que se encuentra en algunos hidratantes.
7. Para no correr riesgos compra pocos productos
y aprovéchalos bien. Pero… ¿cuáles son los productos básicos? Sin lugar a
dudas, las bases y el polvo son lo más importante.
“Unifican el aspecto del rostro y es por ello que
tienes que elegir el tono que sea más parecido a tu piel”.
El rubor, por otra parte, debe ser de un tono más
oscuro que el de la piel, pero sin sobresalir demasiado.
Lo ideal es tener dos labiales: uno de un tono
natural para el día y otro más atrevido para la noche.
Los brillos, los lápices de color negro y
café y una buena máscara para pestañas también son imprescindibles.
Las sombras
le dan el toque final al maquillaje y no debes olvidarte nunca de un buen
corrector. Recuerda siempre que el color del corrector depende del tono de tu
ojera, aunque los de pigmentación amarilla suelen ser los mejores.
Fuente: Gloria Pelo, Discovery Mujer